Gestión del tiempo en el trabajo diario
- Utilice agenda. Pretender recordarlo todo es una tarea inútil.
- Planifique por adelantado siendo objetivo y teniendo en cuenta la realidad de su trabajo: interrupciones, tareas especialmente costosas, retrasos habituales por imprevistos, conflictos…
- Si piensa que algo va a llevarle diez minutos, cuente quince o veinte.
- Distinga entre urgente, importante y menos relevante, establezca prioridades y dedíquele un tiempo diario a cada grupo correspondiente de cuestiones.
- Tenga en cuenta que lo urgente, a veces, sólo es importante para otros.
- El tiempo dedicado a lo importante es el más efectivo.
- Agrupe las tareas por similitud y realícelas en la franja horaria más conveniente: por ejemplo, las llamadas mejor a primera hora (antes de que se inicie alguna reunión). Si no es posible agruparlas, revíselas con una periodicidad que no distorsione demasiado su planificación.
- Conozca cuál es su momento de máximo rendimiento a lo largo del día y aprovéchelo para los cometidos que exijan mayor desgaste intelectual o físico.
- No convierta en un hábito el aplazamiento de tareas.
- Aprenda nuevas técnicas para organizarse mejor.
- No se disperse. Concéntrese en lo que está haciendo en ese preciso instante.
- Reserve algún rato para descansar, pensar y organizarse.
(María Ángeles Chavarría, de Controla tu tiempo, controla tu vida)