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Motivos para escribir tu biografía

ALGUNOS MOTIVOS PARA ESCRIBIR TU BIOGRAFÍA

PORTADA Cómo escribir una biografía

Nadie se plantea escribir su biografía hasta que no lee otra y piensa: “Vaya, qué vida tan interesante”.

Toda vida es interesante. Solo hay que saber contarla.

Algunos creen, erróneamente, que únicamente las grandes hazañas son dignas de reseñarse, sea en un libro o en los medios de comunicación. Nada más alejado de la realidad.

Hace poco leí un libro de Publicidad cuyo autor decía algo así como que noticia es lo que los medios deciden que sea noticia. Y algo de cierto tiene dicha información. En contadas ocasiones, el boca a oreja ha dimensionado acontecimientos cotidianos merecedores de ser contados por la ejemplaridad o acicate que han supuesto para otras personas; sin embargo, por desgracia, esto no es lo común.

La prensa y la televisión, principalmente, se encargan de comentar lo que todo el mundo espera oír. Se le da la medalla al trabajo a personas populares que,  por muy merecedoras que sean de tal galardón, no hacen sombra a hombres y mujeres que han sacado a sus familias con un esfuerzo fuera de lo común, con sufrimientos y carencias, desde el anonimato y en un entorno muchas veces hostil.

No estamos con esto quitando méritos a las personas que han destacado en el terreno artístico, intelectual o científico, por poner unos ejemplos, sino que con lo anterior pretendemos destacar que no hay persona cuya vida no merezca contarse, puesto que su ejemplo y sus vivencias pueden servir de estímulo para tantas otras que han pasado por circunstancias similares o necesitan sentir, por comparación con otros seres menos afortunados, el privilegio del que gozan sin haberlo llegado a apreciar.

Estamos rodeados de personas sencillas con historias extraordinarias. Y ese valor humano no puede pasar desapercibido. Tiene que dejar huella.

Por otro lado, muchos padres y muchas madres desearían expresar a sus hijos un cúmulo de emociones y vivencias para cuya expresión no encuentran el momento ni la forma. Son situaciones íntimas, momentos compartidos o vividos en solitario que nunca habían salido a la luz. La escritura entonces es el cántaro donde verter ese caudal de sabiduría y de cariño que a lo largo de los años ha permanecido oculto y a flor de piel.

Todo parece muy complejo cuando se trata de empezar. Más cuando se trata de trata de airear algo tan personal y tan fascinante como es la propia vida. Sin embargo, como dice el refrán, “toda caminata comienza por un paso”. Solo hay que empezar.

Se ha dado también el caso de que alguien haya vivido una situación tremenda, trágica y absolutamente desesperada hasta el punto que salir de ella haya sido una auténtica hazaña de superación personal. Ese alguien, que en su momento luchó contra todo aquello que podría haberle hundido o convertido su existencia en un infierno, una vez superada la crisis, desea compartir su experiencia para que otros se beneficien de su aprendizaje.

Cada ser humano es una auténtica enciclopedia. Todos podemos aprender de todos. Y todos podemos enseñar algo a los demás.

¿Y la escritura como terapia? ¿Cuántos diarios han calmado momentos de ofuscación? ¿Quién no recuerda el famoso Diario de Anna Frank? ¿Cuántos adolescentes han volcado sus años de búsqueda y encuentro personal en unas páginas guardadas en el fondo más oculto de un cajón?

Escribir la propia biografía, sea en forma de diario, de novela, de cartas o de memorias, supone una liberación.

Y si en algún momento de la vejez la memoria falla, siempre estará nuestra historia, mágica y diferente como lo es cada una, para recordarnos que, efectivamente, hemos vivido y lo hemos contado.

(María Ángeles Chavarría, tomado de Cómo escribir una biografía)

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