POR ESTAR AHÍ
A mis padres
O reía o lloraba…
Pero esas sensaciones no sabría explicarlas.
Y es que estaban allí.
La merienda aportaba un respiro al estudio,
jugaba a ser pirata después de los deberes
y encontraba sonrisas en la dificultad.
Yo tenía mis miedos:
a un examen sin rostro,
a levantar la mano buscando una respuesta,
a un futuro sin suerte,
a no ser como todos esperaban que fuera.
Soñaba sin reservas y me dolía el sueño.
Pero estaban allí.
Convertían en fácil un mundo que interroga
con ojos de una niña que duda de verdades.
Aprendía de ellos el vivir cotidiano,
los instantes de premios, las palabras amables,
el rigor exigente del deber necesario
y la suave ternura que vela sin saberlo.
Y es que llenaban todo
(mi magia, mis sorpresas,
mi cartera estrenada,
mis tardes de solfeo,
mis nervios sin sentido,
mi corazón intacto…)
cuando estaban ahí.
María Ángeles Chavarría (Homenajes imprecisos)
Gracias por hacerme revivir mi infancia. No se puede explicar mejor.
Gracias a ti por sumergirte con tu lectura en unos recuerdos que, pese al paso del tiempo, nos son tan cercanos.
Qué bonito, me encanta. Es uno de los poemas que más me gustan de todos los que has hecho.
Gracias, cielo. Me alegra que te guste tanto. Besos.