Rozar con CUENTOS gotas

Retorno a la infancia

RETORNO A LA INFANCIA

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He retornado a la infancia. Ese periodo liberador, pese a las prohibiciones, en que todo parecía ir bien. Entonces, ensimismada, silenciosa, tímida, jugaba mi papel de misteriosa y me refugiaba en la introversión para observar sin límites. Comportamientos, paisajes, interiores… todo entraba en mi mente y todo salía de ella coloreado por mi peculiar visión de la vida.

Ahora me encuentro un tanto perdida y no logro dar con los tonos adecuados para sombrear con pinceladas dulces un espacio abrupto, incoherente e injusto. Ahora, mis preguntas son más complejas que antes y lo más doloroso, para alguien que, como yo, cree en los sueños, es que la imaginación no siempre es válida para resolver los enigmas.

Por eso he retornado a la infancia, para volver a creer en lo imposible, para volver a sumergirme en ese mundo idílico de fantasía, para llorar sin complejos de adulta, para recibir ese abrazo, dulce, tierno, apacible, y que una voz cálida y segura me diga que todo está bien.

Niño frente a lago

María Ángeles Chavarría, de Pincelada con matices

FORMACIÓN creativa

INVENTO EMOCIONAL

Práctica de los alumnos del curso DESARROLLO DEL TALENTO Y LA CREATIVIDAD EN EL AULA.

A partir de un objeto cotidiano y del análisis y mejora de sus atributos, se llega a crear un invento emocional, base de una metáfora sobre la vida.

Este es el resultado de uno de los grupos:

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INVENT EMOCIONAL

1-      Identificar els atributs d’un producte.

Comandament a distància:

–          Permet canviar de canal/ferqüència.

–          Perment parar una imatge (pausa).

–          Apagar i encendre un aparell elèctric.

–          Rebobinar i accelerar.

–          Té formes i colors.

mando2

2-      Indentificar els atributs en què hauria de millorar.

–          No s’ha de trencar.

–          Ha de ser localitzable.

–          No se li poden acabar les piles.

–          Ha de ser xicotet.

mando5

3-      Nomenar les característiques que podria tindre.

–          És tou i irrompible.

–          Emet un so quan el busques.

–          Es recarrega amb la teua propia energía.

–          És xicotet i extraplà.

–          Té un sensor d’honestedat, no el pot utilizar tot el món.

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4-      Assenyalar les noves característiques i obtenció d’un nou producte.

–          Permet canviar una situació (per exemple,  una situación desagradable per una altra agradable).

–          Permet parar el temps.

–          Permet adormir i despertar una persona o animal.

–          Permet anar arrere en el temps i reviure un record o si vols reflexionar sobre una experiencia anterior, o acelerar el temps per tal de què passe més ràpid, per exemple quan estàs esperant a algú.

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El nou producte és el “MANGIC”, un comandament a distància amb què pots modificar situacions de la vida quotidiana.

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Metàfora: “La vida és com un comandament a distància, pots canviar situacions però de vegades les piles s’acaben i s’han de canviar”.

 

Rozar con CUENTOS gotas

Luna lunera

LUNA LUNERA

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De niña, me gustaba inventar canciones. “Niña, mira al cruzar”. Esa calle sin coches. Inventaba en el trayecto de mi casa a la lechería. Lechera verde manzana con tapa blanca. Redondita. Como mi cara. Como la luna. A esa luna cantaba. Esa luna mágica era la protagonista de mis canciones.

Era lo que más llamaba mi atención a lo largo del recorrido. Lo que más destacaba entre el paisaje de calles empedradas. Frío invierno. Cálida luna color de lumbre. Pequeña luna inaccesible.

En la cola seguía tarareando sin voz. Silenciosa tonadilla tímida. “¿Cuánta te pongo?” Mente lejana y danzarina. “¿Cuánta? ¿No me oyes?”. “Sí, sí. Dos litros. Perdone, no la había oído.”

Oía un murmullo. Las señoras hablaban de sus cosas. Eran las ocho de la tarde y muchas tenían prisa por hacer la cena. Había sábanas blancas en los balcones. Leche blanca. Luna blanca. Mi piel era blanca y el invierno frío.

Mis nueve años hacían juegos malabares con el espejo celeste. El paraíso lunar me acompañaba y yo no podía dejar de cantar. Temas lunáticos. Románticos temas de niña que aún cree en sirenas. Casi conseguía emocionarme con mi propia invención. “¡Qué rara es esa niña! ¡Siempre en las nubes!” Se equivocaban. No estaba en las nubes. Estaba en la luna.

Me decían que siempre llevaba las rodillas marcadas, que tropezaba con una raya de tiza. Pero el suelo no tenía la culpa. Era la luna, la inmensa luna, la que me cautivaba hasta el punto de perder la noción del tiempo y del espacio. “¿Cuánta leche has comprado?” “Dos litros, mamá”. La lechera estaba medio vacía. Zarandeada por el ligero bamboleo de mi cancionero. El resto estaba llenito de luna. Sin embargo, callaba. Nadie lo hubiese entendido.

camino y luna

María Ángeles Chavarría, de Pincelada con matices